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lunes, 13 de junio de 2016

El Perseguidor. Por Valentina Rojas


El perseguidor (1959)

Julio Cortázar  (1914 Bruselas, Bélgica - 1984 París, Francia)

El perseguidor, narra desde la perspectiva de Bruno (Un crítico de jazz y biógrafo) la visita a Johnny Carter, (El personaje principal) quien es un saxofonista de gran talento que se encuentra hospedado en hotel de parís junto a su pareja Dedeé. Ellos están atravesando una situación complicada, debido al escaso ingreso de dinero por la pérdida del saxofón y también de la “cordura” del músico.

La historia gira en torno a la conversación que tienen ambos hombres, principalmente sobre el tiempo y la realidad, en donde Johnny tiene una perspectiva bastante particular, y  su amigo, a pesar de declarar la poca importancia que se le debe dar a sus palabras, escucha atento y de una u otra manera adquiere cierta admiración, puesto que la manera de pensar y ser de Johnny que a pesar de vivir contantemente bajo el efecto de sustancias psicoactivas, resulta una verdadera genialidad, que posiblemente no sea comprendida por una sociedad paradigmática como en la que se vive a diario.

Quizá soy a Cortázar como como Bruno a Johnny; sin embargo, considero que desde el texto se pueden tener variadas interpretaciones. Desde la perspectiva de un publicista, o más bien a un aspirante a publicista como es mi caso,  he encontrado tres importantes cosas en la narración que pueden verse frecuentemente en el desarrollo de nuestra profesión. La primera es la eliminación o transformación de paradigmas; cierto es que vivimos en una sociedad con pensamiento circundado, así que uno de nuestros principales objetivos es crear primero en nosotros, individuos con un pensar genuino, al ser sintientes, racionales, críticos y creativos; luego hallar la manera de transmitir esta forma de ver la vida a todas las personas, con el fin de mejorar nuestro diario vivir. Esta conclusión nace a partir de los aspectos característicos de Johny, que suelen tildar extravagantes (un paradigma más) los cuales considero la expresión de una mente brillante e incomprendida, puesto que no se acopla a los estándares sociales, pero que son el vivo reflejo de algo trascendental y abstracto, este punto le da introducción al segundo, el cual consiste en el rigor e importancia de la investigación. Bien sabemos que en publicidad es indispensable el realizar investigaciones, (mercadeo) antes de iniciar campañas publicitarias, con el fin de determinar los aspectos relevantes para el éxito de la adquisición de bienes, servicios o ideas en el mercado, aquí entra en acción la influencia del autor y su manera de enriquecerse culturalmente mediante la incursión en los detalles, pues estos son esenciales en el éxito del desarrollo de actividades en cualquier ámbito cotidiano. Por último los publicistas son perseguidores; perseguidores del tiempo, pues aunque el tiempo los hace más viejos, son ellos quienes realmente van detrás viendo y analizando los cambios en todo lo que vieron ayer que se encuentras hoy y como posiblemente estarán mañana, pues es útil para ellos conocer todo eso para mejorarlos o como dijo Steve Jobs hacerlos diferentes.

Web grafía: http://www.literaberinto.com/cortazar/elperseguidor.htm

                                                                                                                                  Erika Valentina Rojas

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