El
perseguidor (1959)
Julio Cortázar (1914
Bruselas, Bélgica - 1984 París, Francia)
El perseguidor, narra desde la
perspectiva de Bruno (Un crítico de jazz y biógrafo) la visita a Johnny Carter,
(El personaje principal) quien es un saxofonista de gran talento que se
encuentra hospedado en hotel de parís junto a su pareja Dedeé. Ellos están
atravesando una situación complicada, debido al escaso ingreso de dinero por la
pérdida del saxofón y también de la “cordura” del músico.
La historia gira en torno a la
conversación que tienen ambos hombres, principalmente sobre el tiempo y la
realidad, en donde Johnny tiene una perspectiva bastante particular, y su amigo, a pesar de declarar la poca
importancia que se le debe dar a sus palabras, escucha atento y de una u otra
manera adquiere cierta admiración, puesto que la manera de pensar y ser de
Johnny que a pesar de vivir contantemente bajo el efecto de sustancias
psicoactivas, resulta una verdadera genialidad, que posiblemente no sea
comprendida por una sociedad paradigmática como en la que se vive a diario.
Quizá soy a Cortázar como como
Bruno a Johnny; sin embargo, considero que desde el texto se pueden tener
variadas interpretaciones. Desde la perspectiva de un publicista, o más bien a
un aspirante a publicista como es mi caso,
he encontrado tres importantes cosas en la narración que pueden verse
frecuentemente en el desarrollo de nuestra profesión. La primera es la
eliminación o transformación de paradigmas; cierto es que vivimos en una
sociedad con pensamiento circundado, así que uno de nuestros principales
objetivos es crear primero en nosotros, individuos con un pensar genuino, al
ser sintientes, racionales, críticos y creativos; luego hallar la manera de
transmitir esta forma de ver la vida a todas las personas, con el fin de
mejorar nuestro diario vivir. Esta conclusión nace a partir de los aspectos
característicos de Johny, que suelen tildar extravagantes (un paradigma más)
los cuales considero la expresión de una mente brillante e incomprendida, puesto
que no se acopla a los estándares sociales, pero que son el vivo reflejo de
algo trascendental y abstracto, este punto le da introducción al segundo, el
cual consiste en el rigor e importancia de la investigación. Bien sabemos que
en publicidad es indispensable el realizar investigaciones, (mercadeo) antes de
iniciar campañas publicitarias, con el fin de determinar los aspectos
relevantes para el éxito de la adquisición de bienes, servicios o ideas en el
mercado, aquí entra en acción la influencia del autor y su manera de
enriquecerse culturalmente mediante la incursión en los detalles, pues estos
son esenciales en el éxito del desarrollo de actividades en cualquier ámbito
cotidiano. Por último los publicistas son perseguidores; perseguidores del
tiempo, pues aunque el tiempo los hace más viejos, son ellos quienes realmente
van detrás viendo y analizando los cambios en todo lo que vieron ayer que se
encuentras hoy y como posiblemente estarán mañana, pues es útil para ellos
conocer todo eso para mejorarlos o como dijo Steve Jobs hacerlos diferentes.
Web grafía: http://www.literaberinto.com/cortazar/elperseguidor.htm
Erika Valentina Rojas
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